
MI HISTORIA
CÓMO EMPEZÓ TODO
De muy pequeñita ya sentía una fuerte conexión con la naturaleza, los animales y los bosques, y así decidí estudiar Veterinaria, pensando que aquí integraría todo lo que yo buscaba: conocimientos y Naturaleza. Después de unos pocos años en la Clínica entré en crisis y me enfoqué en la parte de investigación en enfermedades desatendidas. Dedicándome a la Ciencia, aprendí mucho de cómo se construye el conocimiento, pude hacerme muchas preguntas y contestarlas de forma creativa en el laboratorio. Durante mucho tiempo sentí que era como un juego.

Pero entonces fui madre y las reglas del juego cambiaron. Ya no podía publicar con la misma intensidad que mis compañeros, no quería dedicarle tantísimas horas porque había una criatura en casa, mis intereses habían cambiado, y sentía que ¡no sabía nada de ser madre! Al principio sentí que había algo que no estaba bien en mí, como si hubiera una obligación de ser exactamente la misma de antes. Y así vinieron muchas preguntas: ¿Por qué era tan difícil hacerlo compatible? ¿Por qué con las mujeres con las que trabajaba solo hablábamos de maternidad en grupitos pequeños? Como si esto no atravesara toda nuestra experiencia! ¿Por qué no nos sentíamos orgullosas de ser madres??? Y empecé a leer, a leer mucho sobre maternidad, mujeres, patriarcado, etc
Seguí en la Ciencia, pero a mi ritmo, y tuve dos criaturas más. Ya había hecho terapia durante mi primer embarazo para poner un poco de orden dentro de mí (quizás ya intuía lo que me vendría después, jeje), y cuando nació mi tercer hijo y la intensidad se multiplicó por 1000 empecé a ir a un grupo de madres. Y ahí empezó todo. Me explotó la cabeza. Era entrar en ese espacio cuidado por la terapeuta, y todas nos dejábamos por fin descansar: reíamos, llorábamos, hacíamos ejercicios de conciencia psicocorporal, bailábamos... Y profundicé, profundicé tanto que finalmente empecé la formación de tres años como Terapeuta Corporal.
LOS CAMBIOS VITALES QUE EXPERIMENTAMOS LAS MUJERES SON INVISIBILIZADOS Y, POR TANTO, NO PODEMOS CUIDAR, NI VIVIR CON ALEGRÍA LO QUE NO NOMBRAMOS
El cerebro de las madres presenta cambios estructurales al menos hasta 6 años después del Parto
Martinez-Garcia et al. 2021

Mi camino y la crianza de mis tres criaturas me ha llevado a una revolución interna que ahora quiero expresar y dar forma en esta terapia que ofrezco para acompañar a mujeres en sus procesos de cambios vitales.
Durante todos estos años, ahora ya 14, he ido aprendiendo, formándome, y practicando diferentes disciplinas y recursos que me han ayudado a reencontrarme y conectarme profundamente CONMIGO. Y me di cuenta de que iba de eso, de volver a UNA MISMA, de habitar nuestro CUERPO, donde se encuentra la brújula que nos ayudará a saber lo que es bueno para nosotras, y para nuestras criaturas si tenemos, y a volver a sentirnos profundamente vivas.
La crianza sigue siendo intensa, muy intensa, pero me siento feliz, más presente, disponible, sintiéndome más coherente entre lo que pienso, siento y hago. Y deseo que juntas, puedas sentirte así tú también.
Contactamos
Ponte en contacto conmigo para poder acompañarte en este pedacito del camino
