Reflexión sobre el TIEMPO en las criaturas
- alhelirodriguez
- 23 abr
- 2 Min. de lectura
Las salidas de casa durante mucho tiempo han sido muy caóticas. Con 30 cosas pendientes en el último momento, los niños nerviosos, muchas peleas,...
Observé que las formas de gestionar y vivir el tiempo para mis pequeños era muy diferente entre ellos: Tengo el que quiere llegar el primero para no perderse nada, el que se enoja seguro cada vez que tenemos que irnos, y el que se enreda a hacer cosas hasta que de repente se da cuenta de que no va ni vestido para salir.
Estos patrones a veces los mantenemos de grandes, pero ¿De dónde vienen? ¿Qué significan?

El tiempo puede representar muchas cosas en nuestras vidas, pero una de ellas es su simbología con la autoridad. En mi caso, yo llegaba sistemáticamente 30 minutos tarde a las citas, pensando que era un tema de no saber “calcular” el tiempo que me quedaba por hacer las cosas. Hasta que me di cuenta de que era una resistencia a hacer lo que me decían. Había sido tan “buena niña” de pequeñita que la única manera de reivindicar mi espacio, mi poder, era llegar cuando yo quería, y castigar un poquito también a mis padres, jeje. Pero, ¿era lo que yo quería de verdad? O más importante, ¿lo que yo necesitaba? ¡Y este patrón se mantuvo años!
El saber esto de mí misma hizo ver las salidas de mi casa de una manera muy diferente. Paré, miré más allá de lo que pasaba y di tiempo, mucho tiempo a quien lo necesitaba, más autonomía al otro, y más presencia al que lo necesitaba.
¿Cómo vives tú las salidas de casa? ¿Te gustaría que miráramos qué está pasando en tu caso para que no sean relajadas?


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